Bosque surrealista del litoral central cambió la forma de hacer y vivir las fiestas en Chile

Durante semanas se mantuvo en suspenso dónde realizaría el evento. Pero, a poco menos de una semana, aún los asistentes no dan crédito de la magnitud de la fiesta que mezcló dj's internacionales, arquitectura, vanguardia y diseño, todo esto bajo el sello de Heineken.

A las 21.00 horas, en punto, alrededor de 400 personas, comenzaron a descender, expectantes, la bajada sur de Marbella, ubicada en Maitencillo. No sabían más que el rumor que durante semanas corrió en las más importantes fiestas que se organizaron durante la última etapa del año: Heineken Secret Live Set (SLS) volvería y prometía hacerlo con todo.

Para los afortunados asistentes todas las expectativas fueron cumplidas, ya que esta fiesta cambió todo lo que se entendía, hasta hora, por vida nocturna en el país: Surrealismo tecnológico, mezclado con lo mejor de la electrónica internacional fue el modo en que SLS conjugó música e innovación; llevando el concepto fiesta a un nivel donde la vanguardia, creatividad e imaginería parecieron no tener límites.

Un bosque sacado, quizás, de las películas de David Lynch, donde personajes surrealistas adornaron un espacio que tuvo como gran ingrediente la música del Dj brasileño, Gui Boratto, dueño del sello independiente Megamusic, fueron suficientes para ambientar con house, techno y minimal la fiesta creada por Heineken.

La tecnología fue otro de los grandes soportes y protagonistas de la noche, ya que lo exclusivos invitados a la fiesta recibieron una pulsera que, al momento de tener contacto con el interior del recinto, se conectó a las redes sociales de quien la utilizó y publicó, en ellas, un link con un live streaming mundial, que permitió mostrar, en vivo, cómo se desarrolló una de las fiestas más innovadoras y, conceptualmente, vanguardistas que tiene, actualmente el país.